Por: Jaime Narváez
En sus orillas se inspiró José de la Cruz Mena, el más recordado compositor; músico y director de orquesta nicaragüense, pero más de un siglo después, solo queda una música que lo recuerde - El corrido de León - y no solo a él, sino también al caudaloso río que a travesaba León, "El pochote", cuyo destino fue servir de cauce para las aguas negras de barrios relativamente jóvenes, creados al norte de la ciudad.
Entre San Felipe y San Carlos, dos barrios aledaños; los mayores cuentan anécdotas de su juventud. "Yo me saltaba desde un palo de guayaba, subía a la tercer rama, más o menos a cinco metros de altura, y era pijazo que pegaba en el agua, todo por competir con la chavalada o tratar de impresionar a alguna muchacha", cuenta entre risas Carlos Téllez, un habitante de la zona en la que hoy el hedor es insoportable.
Más al centro de la ciudad, está el "Río chiquito", igualmente contaminado. Además de provocar una imagen poco estética a la ciudad, se trata de un circuito desaprovechado para Carlos Laguna, guía turístico de la ciudad. "Si estos ríos estuviesen limpios, si las autoridades se preocuparan por la sanidad, por la limpieza, seguramente tendríamos cafetines y mayor afluencia de turistas en la zona centro de León, es decir mayor movimiento económico".
Diversos proyectos se han desarrollado, sin embargo nunca se han hecho ver resultados favorables. En 2008, una cooperación con Zaragoza, una de las ciudades hermanas; hizo posible un donativo con la finalidad de obstaculizar antiguas tuberías de aguas negras que terminaban en el afluente, pero hasta hoy; ningún mecanismo ha dado resultados.
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